Aunque a menudo se pasa por alto, el cuidado del teclado es importante a la hora de realizar el mantenimiento de un dispositivo informático. Un teclado limpio y que funcione bien apoya la productividad del usuario y contribuye a la salud.
Un teclado sucio puede ser un caldo de cultivo para bacterias y gérmenes, lo que provoca problemas de salud como infecciones o alergias. Además, un teclado que no funciona correctamente puede interrumpir los flujos de trabajo, crear frustración y reducir la eficiencia de la escritura.
El impacto de un teclado mal mantenido es enorme. Cuando las teclas del teclado comienzan a atascarse o dejan de responder, los usuarios a menudo tienen que dedicar tiempo a arreglarlas o incluso reemplazarlas.

Causas comunes de que el teclado no funcione
Una variedad de cosas pueden hacer que un teclado no funcione correctamente. Estas son algunas causas comunes que debe conocer para identificar y abordar adecuadamente el problema:
Problemas de conexión (USB o Bluetooth inestables)
En el caso de los teclados con cable, una conexión USB suelta o un puerto defectuoso pueden hacer que el teclado sea indetectable para el ordenador.
La interferencia de la señal Bluetooth o una batería débil suele ser el principal culpable de los teclados inalámbricos.
La configuración incorrecta del software, como controladores desinstalados u obsoletos, también puede hacer que el teclado deje de responder.
Daños electrónicos en el teclado
El teclado tiene componentes electrónicos que transmiten señales cuando se presionan las teclas. Si hay daños en estos componentes, como circuitos rotos o teclas desgastadas, es posible que el teclado no funcione correctamente.
La antigüedad del dispositivo también afecta a su rendimiento. Cuanto más antiguo sea el teclado, más probable es que tenga daños internos.
Acumulación de suciedad entre los botones
Los teclados que no se limpian con regularidad tienden a acumular polvo, migas de comida u otros desechos.
Esta acumulación puede interferir con el mecanismo del botón, haciendo que se sienta pegajoso o incluso que no se pueda presionar en absoluto.
Además, la humedad de los derrames de líquidos puede dañar los componentes electrónicos debajo de los botones, lo que agrava el problema.
Soluciones al problema del teclado que no responde
Enfrentarse a un problema de que el teclado no funciona puede ser confuso, pero muchos de estos problemas se pueden resolver con pasos sencillos. Estas son algunas pautas que pueden ayudarlo a solucionar el problema:
Paso 1: Comprueba la conexión del teclado
Comprobar la conexión física
Asegúrese de que el cable del teclado (para los cableados) esté conectado correctamente al puerto USB. Si es necesario, intente conectar el teclado a un puerto USB diferente para asegurarse de que el puerto anterior no sea problemático.
Teclado inalámbrico
En el caso de los teclados inalámbricos, sustituya las pilas por otras nuevas. Una batería baja puede hacer que el teclado no funcione.
Prueba en otros dispositivos
Si el teclado sigue sin funcionar, intenta conectarlo a otro dispositivo (como otro ordenador). Esto ayuda a saber si el problema está en el teclado o en la computadora.