Solución:
1. Utilice un cable HDMI para obtener la mejor calidad:
- Asegúrese de que un dispositivo externo (como un reproductor de DVD, una consola de juegos o un decodificador) esté conectado al televisor mediante un cable HDMI. Este cable admite señales digitales de alta definición, lo que da como resultado imágenes más nítidas y claras.
- Si su televisor o dispositivo no tiene un puerto HDMI, use Componentes de video como la siguiente mejor alternativa.
2. Verifique la configuración de imagen en el televisor:
- Utilice el mando a distancia para abrir el menú de ajustes de imagen en el televisor.
- Ajuste los siguientes ajustes:
- Brillo: Establezca el color negro para que se vea detallado sin parecer demasiado brillante.
- Contraste: Reduzca el contraste si es demasiado alto para que el color blanco no parezca deslumbrante.
- Nitidez: Bájalo si ves líneas de halo o bordes excesivos en los objetos de la pantalla.
3. Utilice el modo de imagen adecuado:
- Elija un ajuste preestablecido como «Estándar» para transmisiones de TV regulares o «Película» para ver películas. El modo «Película» generalmente proporciona colores más naturales y cómodos a los ojos.
- Evite el modo «Vívido» a menos que esté jugando, ya que a menudo aumentan demasiado la saturación del color.
4. Optimiza la resolución del contenido:
Asegúrese de que el contenido que se está reproduciendo tenga una resolución que coincida con las capacidades de su televisor (por ejemplo, 1080p para televisores Full HD o 4K para televisores Ultra HD).
5. Calibración con dispositivos adicionales:
Aproveche las herramientas o funciones como THX Optimizer que a menudo se incluyen en algunos DVD o Blu-rays. Esta herramienta trabaja para optimizar la configuración de la imagen para que coincida con los estándares de calidad de la película.